Un juego entretenido y didáctico
En el día a día de la crianza a veces necesitamos que nuestro hijo esté unos minutos quieto y seguro. En mi caso, mi hijo era muy activo y desde los 7 meses, se pasaba el día reptando y luego gateando e investigando por todas partes. Esto es fenomenal, pero es interesante sobre todo para nosotros los padres, que pase algún ratito sentado y tranquilo; nosotros intentábamos evitar lo máximo posible la exposición a pantallas. Así este juego es una opción estupenda, que le resultará muy divertida y estimulante. Recuerdo la cara de felicidad que puso la primera vez que jugamos.
Es sencillísimo y no cuesta dinero.
Se trata de coger una caja pequeña (de zapatos o de lo que sea), con su tapa y meter varios objetos dentro. Le daremos la caja al niño para que la abra y descubra los objetos que hemos metido dentro. Cuando se canse de esos objetos, introduciremos otros y así hasta que se canse del juego. Podemos aprovechar, y meter objetos a los que normalmente no hace caso, ya que de esta forma los verá “con una nueva luz”.
Mi hijo disfruta muchísimo, y yo más viendo su sonrisa pícara.
Este juego, aunque no es una caja de permanencia como tal, ya que el objeto no lo introduce él mismo, también ayudará al niño a aprender que las cosas no desaparecen sólo por el hecho de que no las veamos. Esto es importante por ejemplo, a la hora de ir a la escuela infantil, ya que al verte marchar, piensan que desapareces para siempre. No tienen conciencia de que sigues estando en otro lugar aunque no puedan verte y que, unas horas después, volverás.
Podemos introducir objetos cotidianos que en muchos casos le enseñarán mas cosas que cualquier juguete. Entrenarán:
- Su creatividad, ya que el juego no les dirá cómo jugar y serán ellos los que inventarán haciendo lo que se le ocurra.
- Trabajarán su coordinación ojo – mano, y la pinza digital, al sacar los objetos de la caja, agarrarlos y lanzarlos.
- Entrenarán su autonomía, ya que serán ellos solos los que decidan que objetos sacar primero, cual lanzar…
Algunos ejemplos de elementos que podemos incluir son:
- Objetos cotidianos como una cuchara de madera, un molde de silicona, un embudo, un colador, una tapa…
- Telas de diferentes texturas
- Elementos de la naturaleza, como algunos tipos de piñas, maderitas…